Los estrógenos son hormonas que se metabolizan para ser eliminadas en el hígado. Son de naturaleza insoluble, es decir no se disuelven en agua y es necesario que lo hagan para poder excretarse. En el hígado los estrógenos se inactivan y pasan de ser insolubles a ser solubles, de esta forma se expulsan mediante la bilis al aparato digestivo a fin de eliminarlos en las heces.

Cuando existe un hiperestrogenismo asociado a la endometriosis, a la adenomiosis u otras patologías, la alimentación va a ser fundamental para mejorar el metabolismo hepático, pues puede darse una insuficiencia en la eliminación de los estrógenos o una acumulación de sus metabolitos intermedios.

¿Sabías que estas formas son activas e indetectables en analítica?

Los metabolitos intermedios son las formas por las que pasa el estrógeno desde que empieza a ser metabolizado hasta que sale del hígado a través de la bilis. Estos metabolitos intermedios (catecolestrógenos e hidroxiestrógenos) no son medibles en analítica sanguínea pero sí tienen actividad estrogénica, incluso más potente que la de los propios estrógenos. Por ello, en ocasiones las analíticas muestran los niveles de estrógeno en parámetros normales, aunque la clínica y sintomatología muestre hiperestrogenismo.

La buena noticia es que el metabolismo de los estrógenos puede mejorarse a través de la alimentación.

Por un lado, podemos disminuir otras sustancias que van a entretener al hígado con su metabolización, como por ejemplo el alcohol o la cafeína. El alcohol tiene que metabolizarse en el hígado al igual que los estrógenos y este compite por la metabolización, es decir, mientras nuestro organismo metaboliza el alcohol no está metabolizando los estrógenos, pudiendo aumentar los niveles de estrógenos y metabolitos intermedios.

Por otro lado, desde la nutrición también podemos incluir alimentos que estimulan el vaciado de la bilis al tubo digestivo. De esta forma estaremos excretando los estrógenos al intestino delgado, donde serán atrapados por las heces (con fibra) hasta su evacuación. Algunos de estos alimentos son el jengibre, la alcachofa, el boldo, las coles y colifores, las lechugas y el cacao puro o chocolate negro.

Además, desde la alimentación vamos a poder modular otros factores que van a repercutir en la excreción de los estrógenos como serán el estreñimiento o la microbiota.